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La “Reina Imperial”, Dilma Rousseff, fue quien más lamentó la humillante eliminación de Brasil del Mundial. Así no hay ambiente para reelección.
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Lo único que le iba a salvar a Dilma del malestar brasileño era el campeonato. Pero sus intenciones “electorales-futboleras” se fueron al tacho.
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Siempre hablaban del “Maracanazo” del 50, pero en esta oportunidad todos fuimos testigos de la paliza 7-1 de Alemania contra Brasil. Histórico.
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En el SNPP los instructores hace varios meses que no cobran. Nadie sale a protestar porque de lo contrario pueden ir todos a la calle. ¿Sabe eso Maciel?
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Los funcionarios de la Junta Municipal de Asunción se lamentan porque parece que la directora general, Sara Giménez, prolongará su “reinado”.
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La Dirección de Catastro de la Muni capitalina es el cementerio de los expedientes. Siempre hay una excusa: se descompuso la impresora, no hay tinta, bla, bla. Así a nadie le motiva pagar los impuestos.
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A Rubén Fernández, exdirector de Comunicaciones del Ministerio de Obras Públicas, le siguen pagando G. 6.000.000 por no hacer nada, pues su cargo lo ocupa otro desde hace más de un año. El MOPC no tiene plata para arreglar caminos vecinales, pero sí para mantener a un plantel de funcionarios en el freezer, pagándoles jugosos sueldos. ¡Qué bárbaro!
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Algunos jubilados bancarios recuerdan con rabia que Papaluca se jubiló de un banco privado a los 35 años, pese a que la ley de jubilaciones establece que ese beneficio recién se aplica a los de 60 años de edad. Consideran al personaje como un verdadero escombro para la Caja Bancaria y para los jubilados.
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Comentan que una sindicalista de la Central General de Trabajadores viajó a Suiza y la petrolera estatal le dio un viático de 45 millones de guaracas. Menos mal que en junio dijeron que nadie podía viajar más porque se acabó el viático.
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La movida en la petrolera sigue. Una tal Doris, de impecable trayectoria, renunció a la comisión interventora que formó Fleming Duarte junto a Belinda Gómez y Alberto Cabrera. Dicen las fuentes que a Rogelio Cáceres no le interesa esclarecer algunas desprolijidades de los muchachos de la Gestión Empresarial.
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Un alto ejecutivo del BNF tiempo atrás cometió un accidente con un vehículo de la institución. El muchacho consiguió que el banco pague la reparación. Pero ahora vino la demanda y pretende nuevamente que el banco cubra los gastos. Es decir, nosotros los contribuyentes.
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En la Asociación de Fútbol del Paraguay el horno no está para bollos. El tesorero, conocido como el cenizo, negó aumento de salarios. Pasa que el chico no tiene sueldo de la asociación porque es un “potentado”.
Noticia Extraida de Abc, Color
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